Cuando alguien se excusa diciendo "...es que yo no soy de Ciencias" o "...es que yo no soy de Letras" no puedo evitar prejuzgar a la persona como carente de cualquier aspiración y merecimiento en esta vida. Me entra una especie de vergüenza ante la estulticia ajena que no puedo evitar lanzar una mirada torva. Porque es triste ser ignorante pero más triste aún es resignarse con la propia ignorancia y, encima, jactarse de ello. Os preguntaréis que por qué me pongo así si no es para tanto. Pues porque mucha gente pierde la oportunidad de aprender cosas nuevas y de enriquicerse personalmente por pura desidia. Creo que era Picasso quién decía aquello de "que la inspiración te pille trabajando" y tenía toda la razón del mundo. Suele ocurrir que cuando constantemente indagas a tu alrededor y lo escrutas todo con ferviente curiosidad te encuentras con cosas inesperadas, a veces frontalmente opuestas a lo que estabas buscando, pero si cabe más interesantes. Este hecho lo podrán constatar aquellos que asiduamente navegan por la red porque una y otra vez se topan por casualidad con cosas de su agrado que en ese preciso instante no estaban buscando.
Esta situación, o mejor llamémosle experiencia, tiene un término propio: serendipia. Redundando en la paradoja, me sucedió que descubrí esta palabra leyendo el libro "El camino de las hormigas" de Josep López Romero. Se trata de una historia bastante original en la que un escritor se ve obligado por su editorial a elaborar un manual de escritura dirigido a no profesionales en tan solo unas pocas horas y el propio escritor cuenta en primera persona todos sus esfuerzos y trucos para mantener la concentración a pesar de las interrupciones externas y de la presión de tiempo que tiene sobre sus espaldas. Los consejos para escribir mejor son bastante obvios y de Perogrullo; en ese sentido, el libro me estaba aburriendo un poco, pero dada su originalidad decidí que merecía ser leído hasta el final. Como digo, fue en él donde descubrí la palabra "serendipia", que consiste en descubrir algo cuando lo que se buscaba o pretendía era otra cosa. Al consultar el término me encontré que hay serendipias en el mundo literario pero muchas más en el mundo científico. Además de los ejemplos que os ofrece la propia Wikipedia podéis revisar una entrada al respecto en el blog yquedigohoy.
Normalmente las entradas de Tecno Academy son artículos técnicos pero de vez en cuando que no os sorprendan reflexiones por mi parte como la que os hacía en el párrafo introductorio. Me parece mal que haya ingenieros y científicos que sólo se documenten buscando información sobre su área de conocimiento. También discrepo de los escritores y humanistas que desconfían de las nuevas tecnologías, que critican Internet y la computación porque simplemente tienen miedo de enfrentarse a ellos. Si todos seguís mi consejo, haríais lo que yo: leeríais indefectiblemente todo lo que cayese en vuestras manos, os interesaríais absolutamente por todo y no os amedrentaríais ante nada por muy desconocido que os resulte, porque las serendipias no son casualidades fortuítas (la manzana cayendo sobre la cabeza de Newton no me lo parece) sino accidentes provocados. A modo de moraleja termino aseverando que fomentar las serendipias os hará más sabios; nunca os excuséis diciendo que esto o aquello lo ignoráis porque soys de Ciencias o, en su caso, de Letras; ampliad vuestro punto de mira, si no ¿cómo se hubieran descubierto la penicilina, los post-it y América? o ¿cómo hubiera descubierto yo la palabra serendipia si sólo leyese libros de Informática?
1 comentario:
Hola Salva:
Gracias por hacer referencia a mi blog.
Un saludo.
P.D.: Ya he añadido tu blog en mis feeds favoritos.
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