Como se fue, vino

No todo es ponernos serios y cariacontencidos ante nuestro siguiente e importantísimo proyecto informático. De vez en cuando también toca echar unas risas y si somos capaces de reirnos de nosotros mismos, ¡mucho mejor! Podemos, por ejemplo, relajarnos, coger una bolsa de patatas fritas y tirarnos en el sillón dispuestos a ver un poco de televisión para empezar a distenderse. Que ¿qué canal? Eso no se pregunta, hombre. Aquí en España hay EL CANAL por antonomasia (la presencia de todos los demás es pura anécdota) que todo el mundo dice ver porque tiene unos documentales buenísimos y muy educativos pero, la verdad, si no cierra se debe más que nada a que se trata de un canal público. Sí, me refiero a la 2 de TVE. ¿Quién no ha tenido problemas de adicción a la 2? ¿Quién no ha inventado alguna vez una baja laboral para no perderse el telediario de Lorenzo Milá? Ironías a parte, lo cierto es que es un canal muy educativo con unos reportajes de primera (¡vale, ya me dejo de pullas!) que de vez en cuando nos sorprende con lo que más suele doler: nuestra dura realidad. Y los informáticos y cybernautas, aún moviéndonos en un espacio virtual, también tenemos que enfrentarnos a una verdad que es completamente real. He aquí esa realidad descarnada documentada, una vez más y con indecible calidad, por "la segunda":