- HTML (o XHTML) y hojas de estilos en cascada (CSS) para presentar la información;
- Document Object Model (DOM) y JavaScript, para interactuar dinámicamente con los datos, y
- XML y XSLT, para intercambiar y manipular datos de manera desincronizada con un servidor web (aunque las aplicaciones AJAX pueden usar otro tipo de tecnologías, incluyendo texto plano, para realizar esta labor).
Como el DHTML o LAMP, AJAX no constituye una tecnología en sí, pero es un término que engloba a un grupo de éstas que trabajan conjuntamente.
En las aplicaciones web tradicionales los usuarios interactúan mediante formularios, que al enviarse, realizan una petición al servidor web. El servidor se comporta según lo enviado en el formulario y contesta enviando una nueva página web. Se desperdicia mucho ancho de banda, ya que gran parte del HTML enviado en la segunda página web, ya estaba presente en la primera. Además, de esta manera no es posible crear aplicaciones con un grado de interacción similar al de las aplicaciones habituales.
En aplicaciones AJAX se pueden enviar peticiones al servidor web para obtener únicamente la información necesaria, empleando SOAP o algún otro lenguaje para servicios web basado en XML, y usando JavaScript en el cliente para procesar la respuesta del servidor web. Esto redunda en una mayor interacción gracias a la reducción de información intercambiada entre servidor y cliente y a que parte del proceso de la información lo hace el propio cliente, liberando al servidor de ese trabajo. La contrapartida es que la descarga inicial de la página es más lenta al tenerse que bajar todo el código JavaScript.
Y para que los que no encontréis una barrera en el idioma, aquí tenéis una revista en inglés que habla sobre este nuevo mundo AJAX. Para ver a tamaño completo haced clic sobre la revista o en el botón Open Publication:
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